Operan por primera vez a un feto sin sacarlo del útero de la madre.
La Espina Bífida es una malformación congénita que se produce durante el desarrollo del feto y que afecta al 10% de la población española.
Se diagnostica una vez nace el bebé y aparece un quiste en la espalda es la primera manifestación de la malformación, el día 21 de noviembre se celebra su día la finalidad de celebrarlo es dar a conocer esta patología promover la protección en todos los aspectos de las personas nacidas con espina bífida y/o hidrocefalia o afines, fomentando y perfeccionando, en lo posible, el nivel asistencial, educativo, laboral y social de dichas personas.
La espina bífida es parte de una malformación del tubo neural que forma la médula espinal no se cierra completamente, casi en el 90% de los casos esta malformación produce a su vez hidrocefalia aumentando la presión craneal y causando su deterioro.
Los bebés que sufren hidrocefalia tienen una cabeza con mayor tamaño.
Tres tipos de espina bífida
Meningocele: es un quiste que se forma para proteger a la médula espinal y que es visible en la parte baja de la espalda. Este tipo no está asociado a la hidrocefalia.
Mielomeningocele: en este caso se forma una bolsa que contiene líquido cefalorraquídeo, nervios y placa neural. La médula no se ha podido desarrollar con normalidad, así que esto suele causar parálisis que puede ser mayor o menor dependiendo de dónde esté situada la lesión, también aparece un quiste en la espalda.
Oculta: No suele presentar síntomas, provoca un pequeño defecto en una vértebra que no provoca daños ni en los nervios ni en la médula espinal.
El origen suele estar asociado a una deficiencia en el consumo de ácido fólico, si la madre lo toma diariamente el riesgo se reduce hasta en un 70%. La espina bífida puede detectarse a través de una ecografía, amniocentesis o análisis de sangre.