Es una enfermedad frecuente entre las reumáticas en España, representa más del 72% de todos los trastornos.
El primer síntoma es el dolor que se produce tras una actividad prolongada de la articulción afectada. Empeora progresivamente y aparece incluso después de movimientos mínimos o como resultado de posturas incorrectas junto con una creciente dificultad de movimiento.
Causas
Edad: El envejecimiento afecta a las estructuras articulares. Los cartílagos, al igual que el líquido sinovial, son cada vez menos capaces de soportar cargas y de renovarse.
Herencia: no se ha demostrado que sea hereditaria, aunque exista una predisposición a esta enfermedad si se tiene a la madre o al padre que la padece.
Obesidad: El sobrepeso severo es sin duda uno de los factores de riesgo más incisivos, sobretodo en rodillas, caderas y parte lumbar de la columna vertebral.
Cambios hormonales: La falta de estrógeno ha demostrado una marcada acción promotora de la enfermedad, que afecta a las mujeres en la menopausia.
Medio ambiente: puede considerarse una enfermedad profesional en algunos tipos de trabajo: los que utilizan el martillo neumático ( artrosis de manos, codos, hombros); los que conducen camiones ( artrosis lumbar); los que trabajan durante mucho tiempo con el ordenador ( artrosis cervico dorsal).
Seis alimentos para combatir la artritis
- Aceite de girasol y soja.
- El marisco y la carne roja (si tienes gota).
- Té verde.
- Cebollas y puerros.
- Nueces de Brasil.
- Pimientos, cítricos y otros alimentos ricos en vitamina C.
- Aceite de oliva extra virgen.
- Comidas con ácidos grasos omega-3: pescado graso y frutos secos.
Diferencias entre artritis y artrosis
La artritis es una inflamación que afecta a la membrana sinovial. En esta enfermedad, el líquido sinovial, que sirve para lubricar, se esparce por la articulación en lugar de ser reabsorbido como sucede normalmente, ocasionando una constante erosión del hueso y del cartílago. Esta patología, que puede o no ser crónica, suele ser la consecuencia de otras enfermedades y, por eso, engloba en sí misma muchas alteraciones paralelas, como la artritis reumatoide, la psoriásica, la infecciosa o la gota.
Por su parte, la artrosis es un proceso degenerativo crónico que afecta al cartílago, es decir, a la almohadilla que está entre los huesos de la articulación y que sirve para que no se rocen. Con el paso del tiempo, el cartílago tiende a desaparecer haciendo que el roce se produzca directamente entre huesos, provocando mucho dolor y la pérdida de flexibilidad de las articulaciones.