Bolivia es uno de los países de América latina en los que mejor se conservan la vida indígena, con impresionantes paisajes naturales y una enorme riqueza de sus culturas amerindias.
Alrededor de La Paz y en la zona suroeste, el altiplano ofrece, a más de 4000 m de altitud, paisajes andinos y vistas insólitas, entre la que destacan el famoso salar de Uyuni (la banquisa de sal), volcanes, lagunas (en especial la laguna Verde), géiseres y cañones.
Otros paisajes que nos sorprenderán son las chimeneas de hadas en el valle de la Luna, cerca de La Paz, el Parque Nacional de Torotoro por sus cañones y sus pinturas rupestres y el lago Titicaca, el más alto navegable del mundo y que encierra un cúmulo de leyendas.
Al este del lago, la cordillera Real ofrece el espectáculo de dos cumbres: el Illampu (la segunda cima más alta del altiplano) y el Illimani, con tres picos gemelos que dominan el valle de La Paz.
España dejó una profunda huella en sus pueblos y ciudades, entre otros:
Potosí: Patrimonio Mundial, donde la plata convirtió a la ciudad en la más rica del mundo durante el s. XVI, una de las ciudades coloniales más bonitas, en ella encontrarás varias iglesias de estilo barroco y la espectacular Casa de la Moneda.
Sucre: capital de Bolivia, construida con piedra blanca, en la que dominan la catedral, las iglesias, el monasterio franciscano de la recoleta y el palacio del gobernador, con un casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La Paz: uno de los lugares imprescindibles que visitar en Bolivia, los antiguos barrios del centro, las artesanías de la calle Sagarnata, la iglesia barroca de San Francisco y el Museo Nacional de Arte, constituyen los puntos clave de una ciudad edificada en un lugar extraordinario, una depresión rodeada por altas cumbres andinas.
Santa Cruz: donde domina la gran llanura del Chaco y donde se recomienda visitar la catedral, las casas coloniales y las misiones jesuitas.