La investidura más agitada de los últimos tiempos arranca marcada por los acuerdos de la JEC, a favor de inhabilitar a Quim Torra y de rechazar el acta de eurodiputado de Oriol Junqueras. Pedro Sánchez sube a la tribuna del Congreso de los Diputados para defender su investidura en un esprint agónico, con nuevos obstáculos en cada metro y un final incierto. Aunque el candidato consiguió cerrar los acuerdos con los minoritarios este viernes, el anuncio de ERC -que repensará si se abstiene tras conocer la controvertida resolución de la Junta Electoral Central- disparó el nerviosismo en la Moncloa. Por la tarde, a las 17.00 horas, empieza también un pleno en el Parlamento de Catalunya destinado, a priori, a reprobar la decisión de la JEC.
Sánchez, ya hablando sobre cuestiones sociales, ha recalcado que es «necesaria una renovación del Pacto de Toledo y es necesaria la sostenibilidad del sistema público de pensiones.
Y apuntó: «No pediremos a nadie que renuncie a sus principios, solo que renuncien a su sectarismo».
«Hoy se van a ver tres Españas: quienes quieren avanzar, quienes no se quieren sumar a ese avance pero no lo impiden, y luego hay un grupo curioso, formado desde la ultraderecha hasta quienes se dicen antisistema», ha dicho el presidente en relación a la CUP y Vox.
«Hemos trabajado para sumar los acuerdos hasta la cifra crítica. Los españoles han votado por la conformación plurarl de esta cámara, pero han votado Gobierno, no parálisis.
El presidente quiso lanzar una crítica a la derecha en torno al patriotismo: «El PSOE es, como dicen sus siglas, un partido español. Formado por compatriotas. Se equivocan muy gravemente quienes desde la bancada de la derecha ponen en duda el compromiso de la izquierda con España».
Pedro Sánchez continua con el debate de investidura ante la mirada de los diputados haciendo referencia a los autónomos, la industria y a los sectores públicos.