Siguen los estudios en todo el mundo del virus Covid-19, sus métodos de contagio y su carga viral en función del lugar donde se encuentre; en superficie, en el aire o en agua.
Un estudio recientemente publicado por el Instituto Americano de Física avala algunos datos interesantes. Este estudio analiza el tiempo que tardan en secarse las gotas expulsadas al hablar, toser o estornudar los sujetos infectados con el virus, y que caen en superficies de distinta índole. Según las opiniones más aceptadas, el virus puede aguantar en el aire hasta tres horas, si bien en ese tiempo va bajando su capacidad para infectar a otros individuos.
La mala noticia es que en superficies parece resistir con más facilidad. El tamaño de las gotas no suele superar el grosor de un cabello humano, y pese a ser tan pequeñas si resulta contagioso en superficies tan habituales en el día a día como pomos de puertas o en los propios móviles.
El dato optimista en este caso es que parece confirmarse que en ambientes secos y calurosos el virus sufre para mantenerse vivo. Parece lógico que ante un ambiente mas caluroso las gotas expulsadas por una persona infectada se sequen antes en la superficie en la que haya caído.
Para esta muestra, se seleccionaron ciudades distintas, en diferentes lugares para tener unos resultados más variados y heterogéneos: Los Ángeles, Nueva York, Miami, Chicago, Sydney y Singapur.