La cotización de Intu Properties bajó ayer un 41% en la Bolsa de Londres, tocando su mínimo histórico en 6,28 peniques, ante el riesgo de que la empresa se vea obligada a realizar una reestructuración de deuda que deje a cero el valor de las acciones.
El desplome se produjo ya que, antes de la apertura del mercado, la empresa propietaria de centros comerciales anunció el fracaso de su intento de ejecutar una ampliación de capital de entre 1.000 millones de libras (1.147 millones de euros) y 1.500 millones.
La incertidumbre general en el mercado, junto a los problemas en la distribución británica por el auge del comercio digital, provocaron que algunos inversores potenciales rechazaran finalmente participar en la ampliación, destinada a pagar parte de los 4.700 millones de libras de deuda del balance.
Intu carrera contrarreloj
Entre las firmas que estudiaron la operación, pero finalmente renunciaron a ella, figura el fondo hongkonés Link Real Estate.
Ahora, Intu afronta una carrera a contrarreloj para evitar la bancarrota, con un valor bursátil de 85 millones de libras. Según admitió ayer la compañía, existe el riesgo de que en julio entre en situación de incumplimiento de las condiciones de su deuda. Mike Prew, analista de Jefferies, cree que «Intu se dirige probablemente hacia un canje de deuda por acciones, con los acreedores acabando con el control de los activos».
Matthew Roberts, consejero delegado de Intu, no pierde la esperanza de encontrar una solución, ya que existen «opciones alternativas» a la ampliación de capital. «Intu va a ampliar las conversaciones para buscar alternativas que demuestren el valor de las acciones de la compañía y para utilizar los activos con el objetivo de lograr más liquidez».
Inmersa en una profunda crisis por su elevado nivel de deuda y tras haber perdido un 70% de su valor el pasado ejercicio, la empresa británica busca vías para reducir su pasivo y fortalecer el balance.