El Presidente del Gobierno no tiene un solo día de tranquilidad desde que la pandemia de Covid-19 se instaló en nuestro país. Una jornada tras otra se ve en la necesidad de rectificar ordenes ministeriales, decisiones de unos y otros miembros de su gabinete o incluso rectificarse a si mismo.
Al baile de cifras de contagiados y muertos y las mascarillas no obligatorias que si que lo son desde hoy, se len ha sumado los frentes abiertos con su socio de Gobierno, Pablo Iglesias por un lado, y por el otro con la Vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Gobierno, Nadia Calviño.
Como si de un tira y afloja se tratase, Sánchez hace malabares constantes para mantener el frágil equilibrio que le sustenta en el poder. Ayer, a altas horas de la noche, y tras haber conseguido el apoyo de Ciudadanos para extender el Estado de Alarma 15 días más, dejaba atónitos a propios y a extraños ( sobre todo en la sede de C`s ) al firmar la derogación completa de la Ley Laboral del PP con Bildu.
Pero se podía aún rizar mas el rizo; tan solo dos horas después de estampar las firmas los tres partidos ( PSOE, Podemos y Bildu), José Luis Ábalos salía a «retocar» esa «reforma de la totalidad» de la ley, y dejarla en «pequeñas modificaciones de la existente» en lo que son sus puntos menos importantes. Tal vez la reacción inmediata de la opinión pública, y de las asociaciones de empresarios, hicieran al presidente del Gobierno rectificar con nocturnidad.
Que la intención de Sánchez era intentar derogarla por completo, ya se sabía, lo que no se conocía eran cuáles iban a ser los compañeros elegidos para este viaje. Por un lado Podemos, el impulsor real de la reforma, y por el otro, y por primera vez en democracia, los herederos de ETA y Batasuna: Bildu.
Lo que para muchos ha supuesto cruzar las pocas líneas que le quedaban por traspasar a Sánchez, a su Vicepresidenta Calviño le ha parecido directamente » un absurdo «. Obviando, que es mucho obviar, con quien se firma el acuerdo, Calviño aseveraba hoy que «sería absurdo y contraproducente abrir un debate de esta naturaleza y generar la mas mínima inseguridad jurídica en este momento», añadiendo que «los contribuyentes nos pagan para resolver problemas y no para crearlos».
Lo cierto es que ahora mismo Pablo Iglesias y Bildu aseguran que la reforma será total, pues está firmado así : » Voy a ser cristalino. Se va a derogar íntegramente la reforma laboral. El pacto de ayer con EH Bildu lleva la firma de los tres portavoces de los grupos parlamentarios, luego cada partido puede decir lo que quiera», ha asegurado el Vicepresidente. Lío a la vista.