La entidad bancaria presidida por Francisco González Rodríguez ha optado por esperar a que sea el Tribunal Supremo el que decida cómo llevar a cabo la sentencia de la retroactividad de las cláusulas suelo.
BBVA ha presentado un recurso en el que pide que se le aplique el principio de cosa ya juzgada, con el cual sólo tendría que pagar a sus clientes las cantidades correspondientes a partir de mayo de 2013 como ya le condenó el Alto Tribunal y no a partir de la activación de dichas cláusulas, como le pide el TJUE.
Todo ello después de que el Gobierno aprobara a finales de enero de este año un real decreto en el que se afirmaba que los afectados por las cláusulas suelo podrían reclamar a sus bancos la devolución de lo pagado de más por sus hipotecas.
Según datos de la propia entidad, lo sucedido con las cláusulas suelo ha tenido una repercusión negativa tanto en los beneficios del banco como en el sueldo de algunos de sus altos cargos, como el de su presidente que ha sido un 12% menor en 2016 en comparación con el 2015.