En la tercera edad una dieta sana, algo de ejercicio y los cuidados de la piel son imprescindibles para mejorar el estado físico y mental. La dieta equilibrada para la tercera edad es aquella basada en frutas, verduras y cereales combinadas con productos lácteos que eviten la descalcificación de los huesos.
El ejercicio físico está supeditado a las posibilidades de cada uno, sin embargo un paseo diario evita el aburrimiento y activa la circulación. La vejez no implica abandonarse, sino aprender a vivir bien aunque con ciertas limitaciones.
Lógicamente, una persona joven come más y cuando va envejeciendo va a comer menos porque el gasto de energía es menor, según ha informado el doctor Manuel Alfred Koning, licenciado en Nutrición y Dietética y que actualmente trabaja en el departamento de Nutrición del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid.
Los hábitos alimenticios de los mayores pueden no ser óptimos debido a factores psíquicos, físicos o sociales. Actualmente existe una atención sanitaria muy buena en España, ha comentado el doctor Koning, debido a ello, la esperanza de vida se alarga y muchas personas mayores no aceptan que están envejeciendo. De este modo, siguen comiendo lo que comían antes y esto les puede perjudicar, ya que no necesitan tanta cantidad.
Cuidado a domicilio
Son muchos los mayores que utilizan los servicios externos de ayuda a domicilio como el que ofrece el grupo Ama.
El objetivo de la empresa es satisfacer ayuda a las personas mayores en su domicilio habitual, con la garantía que te ofrece una empresa especializada, proporcionar ayuda a las personas que lo necesiten y así mejorar su calidad de vida.
No existe una dieta específica en la tercera edad, pero hay algunos alimentos más necesarios para una alimentación.
En la tercera edad, los cuidados de la piel son más imprescindibles ya que la piel se vuelve más sensible. Estas pieles llevan más tiempo sufriendo las inclemencias del tiempo, quizá sin la protección adecuada.