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El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha anunciado hoy que el fisco vigilará de cerca la morosidad de las grandes empresas en cuanto a los pagos a proveedores corresponde. Según estudios realizados por el ministerio, uno de cada tres cierres de pymes podrían estar causados por la tardanza e incumplimiento de los acuerdos en el abono de las facturas por parte de las grandes compañías.
Las pymes en muchas ocasiones asumen las condiciones «leoninas» de las grandes empresas por miedo a perder el cliente y la oportunidad de negocio, asumiendo el riesgo de recibir el pago a 60, 90 o incluso 120 días. El problema se genera cuando llega la fecha de cobro y tampoco se percibe el pago correspondiente, dando lugar la consiguiente «ahogo» de la economía de la pequeña y mediana empresa.
Hasta el momento Hacienda no se había tomado en serio el asunto de la morosidad, y se había quedado tan solo en simples amenazas de sanciones. Esta decisión viene relacionada con el anuncio de endurecer las concesiones de aplazamientos para el pago de impuestos de las pymes, anuncio que se produjo oficialmente a finales del pasado mes de diciembre.
Se busca que las empresas de nuestro país «no tengan excusas» a la hora de abonar puntualmente sus obligaciones tributarias, y que no puedan aludir a supuestos «impagos» de facturas para pedir aplazamientos al fisco.