Las lenguas extranjeras, y en especial el inglés, se le resisten a los españoles. Pese a que en los últimos años se ha notado un aumento del interés por aprender nuevos idiomas, continuamos siendo uno de los países europeos que menos conocimiento de otras lenguas tenemos.
Durante la crisis, muchos desempleados optaron por mejorar su curricula tomando clases de inglés en academias. El año pasado, con la crisis superada, se matricularon 6,7 millones de jóvenes no universitarios para cursar clases.
Desde el punto de vista de las academias, el sector es una guerra sin cuartel. Todos los meses se conocen academias que abren y cierran sus puertas, como fueron los casos años atrás de Opening y Wall Street. Un porcentaje muy alto de la cuota de mercado la ostentan unos pocos, los grandes en el sector; mientras que existen miles de marcas más pequeñas que son menos conocidas pero realizan una labor excelente para que los estudiantes puedan aprender idiomas.
Dentro de las academias de inglés más reconocidas por su labor se encuentra Bravo Academy en C/ Sant Antoni Maria Claret de Barcelona. con su sistema de enseñanza contrastado basado en la inmersión en inglés, consigue que la mayoría de los alumnos puedan hablar correctamente en tan solo un año recibiendo 3 horas de clases a la semana.
Entre sus alumnos encontramos niños, jóvenes estudiantes, ejecutivos o público en general que simplemente quiere mejorar su inglés para viajar. Sus técnicas son atractivas y sus actividades, en especial en el caso de los niños, son divertidas y amenas. Como reza su página web: » el inglés no es el objetivo, es la herramienta indispensable
que te permite lograr tus metas».