Al inicio de la pandemia, el Gobierno de Pedro Sánchez anunció que se iba a ayudar a empresas y empleados con ayudas para subsistir durante los meses de confinamiento. Pasado mes y medio de la publicación del Decreto de Estado de Alarma, millones de trabajadores siguen sin percibir ni un solo euro de las ayudas prometidas.
La situación de miles de familias en nuestro país es crítica. Muchas de ellas no perciben ni un solo euro desde hace dos meses, y les ha llevado incluso a pedir comida en los centros de ayuda social distribuidos por toda la geografía española.
Con un futuro incierto, en el que no saben exactamente cuándo ni cómo van a volver al trabajo, y con una crisis galopante de la economía española, temen que sus empresas no puedan reabrir o hagan recortes futuros de personal en cuanto les sean posibles.
Dentro de este panorama, el Gobierno además anunció recientemente otro retraso en el pago de los ERTE, llevándolos ahora al 10 de junio. La deuda adquirida por el gobierno con los ERTE es de 18.000 millones de euros, y se comienza a ver en el horizonte la temida posibilidad de que no se pueda hacer frente a este pago sin la ayuda de Europa.
Solicitar dicha ayuda para abonar los ERTE, así como cualquiera de los otros compromisos del Estado, puede suponer que España acabe en un rescate económico que supondría la imposición por parte de la Unión Europea de restricciones y recortes en la economía española por varios años, como ya sufrieron otros países en la crisis de 2008 como nuestros vecinos Portugal, o Grecia.