Poco a poco, año tras año, la costumbre norteamericana de celebrar Halloween ha ido ganando adeptos en nuestro país. Lo que en origen era una celebración exclusivamente disfrutada en EEUU, se ha ido exportando a otros lugares hasta el punto de arrinconar las costumbres autóctonas como es el caso de la festividad española de Todos los Santos.
Nuestros mayores nunca han sabido lo que era disfrazarse en este puente del 1 de noviembre. Su costumbre era mucho más emotiva y menos festiva: recordar a los seres queridos que ya no están. Parece cuando al menos curioso que una fecha más bien señalada para rememorar personas que ya no están entre nosotros, se haya convertido en todo lo contrario para los jóvenes, y que sea razón a hora para disfrazarse, beber y festejar ( en el caso de los adolescentes ). Después de una noche de fiesta… es difícil levantarse a llevar flores al cementerio.
¿ Es Halloween una celebración originaria de EEUU ?
Pues sorpresivamente para muchos, la respuesta en no. La fiesta pagana de Halloween encuentra sus inicios en el antiguo festival celta conocido como Samhain ( fin del verano ) y se trataba en origen de una de las celebraciones no religiosas más destacadas de Europa, ya que anunciaba la conclusión de la época de cosechas.
Venía a ser como la última gran fiesta antes de la llegada del frío a Europa, y se fijó el día 31 de octubre ( solsticio de otoño ). La festividad española guarda una pequeña relación lejana con esta celebración pagana, ya que durante esa noche se creía que los espíritus de los difuntos vagaban por las cosechas, y se organizaban ritos sagrados para comunicarse con los muertos.
Como dato curioso, para el calendario de los pueblos celtas, el 31 de octubre era el último día del año. La creencia en esas tierras se basaba en que al principio de la mitad oscura del año, la separación entre el mundo de los vivos y el más allá desaparecía, dando lugar a la vuelta de los espíritus entre nosotros.
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