El pago con tarjeta aumenta el gasto hasta un 15% más debido a factores psicológicos frente al pago en efectivo.
El pago con tarjeta
Cuando pagamos con tarjeta experimentamos una “ausencia del dolor” , un factor psicológico que hace que el desembolso de gasto aumente hasta un 15% más con respecto al uso del dinero en efectivo.
El estudio está basado en los datos aportados por el Banco de España que analiza el ahorro familiar y que actualmente está por debajo del 5% (mínimo histórico).
La percepción que se tiene al utilizar el “dinero de plástico” es de mayor gasto que si se utiliza dinero físico y así en el primer caso se induce a comprar más y en el segundo se frena el impulso de compra.
El método “revolving” de las tarjetas de crédito, esto es que cada usuario marca lo que gasta al mes pero con unos intereses medios que superan el 25% se convierte en una situación dramática para algunas familias.
No llevar dinero en efectivo y realizar el pago con tarjeta de crédito o el teléfono móvil genera una deuda que si se aplaza, es posible que genere desventajas.
El análisis del Instituto de Coordenadas, en la que se basa el estudio, recomienda al Banco de España que mantenga la vigilancia sobre los efectos negativos que en el conjunto privado, tiene el uso de medios de pago digitales.
Según el Vicepresidente ejecutivo del Instituto Jesús Sánchez Lambás, asegura que es muy peligroso perder el efecto dolor y valor que supone pagar con dinero en efectivo en contra del pago con tarjeta que supone la adquisición del producto o servicio pensando que es asumible el pago.
El ahorro de las familias puede verse afectado por este hecho y a efectos globales puede afectar al conjunto de la economía.