Cuatro recomendaciones para los hosteleros por la crisis del coronavirus
Proteger la marca
Siquier propone en este sentido “negativizar las palabras clave y bloquear webs de noticias que hablen de sucesos dramáticos, a fin de no relacionar la marca con la crisis”. Para ello hay que “evaluar las palabras que pueden relacionar nuestra marca con cuestiones negativas, especialmente cuando existe algún suceso dramático. Un ejemplo sería “Hotel Tenerife coronavirus”.
Lo haríamos, añade, “por dos motivos: en primer lugar, por evitar que se relacione nuestro hotel con el suceso en cuestión, porque el usuario que hace esa búsqueda no está buscando un hotel para alojarse, y lo último que quiere es que le salga un anuncio relacionado con vacaciones. En segundo lugar, para evitar clics innecesarios y con ello un coste que no trae reservas”.
Aportar confianza en los mensajes
El director de Marketing online de Mirai recomienda “ajustar los mensajes y comunicación procurando aportar confianza en torno a la marca en la medida de lo posible, ofreciendo por ejemplo flexibilidad y opción de cambio y/o cancelaciones”.
Las grandes cadenas ya lo están haciendo (Miedo a viajar y cancelaciones: el mercado rompe las reglas), y las pequeñas y hoteles independientes, según Yolanda Argüelles, “empiezan a ser conscientes – y nosotros lo apoyamos- de la importancia de trasmitir al cliente un mensaje de tranquilidad y mostrar que, por parte del hotel, hay flexibilidad y facilidades para, o bien cancelar sin gastos o dar al cliente la posibilidad de “guardarse” esa reserva para el futuro, de forma que se le garantice que no perderá su dinero”.
Buscar mercados alternativos
Siquier sugiere “reajustar la inversión y buscas mercados alternativos de entre los que sigan con signos positivos y puedan ser interesantes para el hotel o mercado local”.
Mantener a los clientes que han cancelado
Finalmente Siquier aconseja “tratar de salvaguardar a aquellos usuarios que han cancelado para recuperarlos posteriormente, porque al final y al cabo no deja de ser un cliente, del que ya tenemos sus datos y un email con el que dirigirnos a él.