Desde que el Gobierno decidiese acudir al rescate de las carreteras radiales que hay en las grandes ciudades, se ha especulado mucho con el coste de la factura que, de una forma u otra, pagaremos los ciudadanos.
Ahora ya se han hecho públicas las cifras de lo que le va a costar al Estado salvar estas autopistas: 2.100 millones de euros. Esta cifra supone que cada español deberá aportar 50€ de su bolsillo. Además, desde el ejecutivo se reconoce que este asunto supondrá el 45% de lo que se prevé recaudar con la subida de impuestos aprobada unos días atrás.
Desde Seopan ( asociación de grandes constructoras ), aseguran que la solución de este problema pasa por abonar una factura de más del doble: 5.000 millones de euros. La preocupación del Ministerio de Fomento es que este coste no repercuta en el déficit del Estado para este año, lo cual comprometería alcanzar el objetivo fijado por la Unión Europea para nuestro país. Para ello, el Estado tratará de negociar la deuda con los acreedores, en busca de una quita que suavice las consecuencias económicas de este rescate.
De hecho, otro foco de controversia es saber si se trata de un rescate como tal o no; y es que en política es muy importante llamar las cosas por su nombre. El ministro, Iñigo de la Serna, insiste en que no se puede comparar esta operación al antiguo rescate que se realizó a la banca española. En este caso se considera una obligación legal por contrato, ya que así se comprometió el Estado a hacer en caso de quiebra. Determinar el importe del que es responsabilidad el Estado no es sencillo, ya que depende de numerosos aspectos.
El Gobierno incluso piensa que puede ser “un buen negocio” a medio plazo hacerse cargo de estas correteras. Le preocupa que los empleos que han generado estas radiales se mantengan, a la espera de que en un futuro próximo recuperen tráfico.