El salario mínimo interprofesional quedará este año por debajo de los mil euros mensuales, lo que supone incumplir la promesa electoral de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. El Gobierno da así marcha atrás a una de sus medidas estrella por la presión que ha ejercido el sector empresarial y la ofensiva que desde la organización que dirige Antonio Garamendi se puso en marcha para frenar un alza considerada lesiva para el empleo, más en un contexto de fuerte desaceleración económica como el actual.
El propio Pedro Sánchez en su entrevista televisada del pasado lunes ya descafeinó las intensiones del Ejecutivo y aseguró que el incremento del salario mínimo tendría que ser negociado con los agentes sociales. Ayer, Carmen Calvo se adelantó al encuentro que mantuvieron empresarios y sindicatos con la nueva ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, una de las defensoras de situar este año en mil euros el SMI, y afirmó que el incremento tenía que ser progresivo y asumible, de forma que «no provoque grandes problemas en pequeñas y medianas empresas.
Subida del SMI
La subida del salario mínimo hasta los 950 euros, que entra en vigor con carácter retroactivo desde el 1 de enero, queda en un punto intermedio entre los 1.000 euros de los que llegó a hablarse cuando PSOE y Unidas Podemos negociaban el pacto de Gobierno y los 900 actuales. El incremento del 5,5% está lejos del 22,3% del año pasado, pero es importante. No hay muchos incrementos superiores desde mitad de los años noventa. En 2017 se subió un 8%, aunque entonces se hacía desde un suelo muy bajo: 655,2 euros mensuales. En estos cuatro años el incremento es del 44,5%.
Tanto la ministra como los secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez, y CC OO, Unai Sordo, rechazaron que el incremento de los sueldos más bajos vaya a costar puestos de trabajo. “No prevemos una destrucción de empleo. Creemos que va a contribuir a crear más empleo”, esgrimió Sordo. Álvarez reconoció el papel de la ministra estos días: “A ella le corresponden los méritos”. “Es más que discutible cuestionar que el SMI no ha sido un elemento fundamental para crear empleo y que la economía crezca más que en la media de la UE”, aseguró a continuación.