El sector automovilístico se enfrenta a un camino de modernización que puede suponer una nueva era en la fabricación de coches en los próximos años. Las marcas saben que estamos en un momento muy importante y que la inclusión de nuevos softwares para los vehículos será una característica que señalará la diferencia entre las variadas opciones que el consumidor se encontrará en este mercado.
Herbert Diess, consejero delegado de Volkswagen, ya avanzó que durante la próxima década el software cambiará sustancialmente y de manera fundamental el sector automovilístico. De hecho, Volkswagen y otras marcas de renombre no están haciendo más que fijar su atención en la estrategia que el magnate de Tesla Elon Musk ya llevó a cabo en su momento para convertir su pequeña empresa de automóviles eléctricos en un gigante con mucho futuro.
La novedad no se encentra sólo en el hecho de que sean vehículos enchufables. El acierto de Tesla ha sido precisamente no quedarse en ese primer paso, sino que ha seguido innovando para ofrecer a sus clientes nuevas opciones de entretenimiento dentro del coche, o incluso a través de nuevo software, mejorar los rendimientos técnicos del mismo, y las prestaciones de los motores, cosa impensable hasta hace poco.
En este mar revuelto, las empresas tecnológicas han visto una oportunidad de pescar grandes clientes y grandes marcas del sector del automóvil con quién hacer alianzas que puedan resultarles altamente beneficiosas.
