Uno de los principales problemas a la hora de abordar el impacto económico que puede tener la cancelación de las Fallas de València es que, hasta la fecha, todavía no se ha hecho un informe al respecto. De hecho, solo hay un estudio desfasado (de 2008) y con poco detalle elaborado por la Interagrupación de Fallas, que lo cifraba en 753 millones de euros.
Quizás en ese dato se ha basado este miércoles el president valenciano, Ximo Puig, quien ha estimado las pérdidas que supondrá el aplazamiento de las fiestas en 700 millones de euros.
El turismo es el sector clave que más puede hacer que se resienta la economía valenciana por la crisis del coronavirus. De hecho, el citado informe revelaba que la hostelería es la que más caja hace durante las Fallas (unos 541 millones), aunque también es importante el impacto sobre otros sectores como la publicidad (86 millones), transporte (31 millones), lotería (27 millones), indumentaria (17 millones), artistas falleros (11 millones) y orquestas, discos y animación (5 millones).
La Asociación Empresarial Hostelera de Benidorm, Costa Blanca y Comunidad Valenciana (Hosbec) antes de la anulación de las Fallas, que las reservas hoteleras ya se habían reducido alrededor de un 20% con respecto a 2019.
La patronal de hostelería
La patronal de hostelería ha reclamado a las autoridades que arbitren “en breve una batería de propuestas capaces de mitigar los daños colaterales para miles de personas y empresas” por el aplazamiento de las fiestas. Afirman que, a pocos días de la semana grande, supone “un duro golpe para el sector del turismo y el ocio valenciano”
Por su parte, Ximo Puig ha declarado que espera actuar en “máxima coordinación” y con “un impulso europeo que permita aligerar los planteamientos de estabilidad” y con dinero del Banco Europeo de Inversiones (BEI) “para hacer frente a la desaceleración y la recesión”. Ha anunciado que están trabajando en “medidas paliativas” pero considera que debe haber una “acción europea mucho más potente porque si no, esta crisis va a ser muy, muy grave”.
El president ha resaltado que la crisis pone “en peligro miles de puestos de trabajo” y ha hecho notar que el emisor “más importante” de turistas para la ciudad de València es el italiano, y se han suspendido los vuelos con ese país, por lo que “el conjunto afecta al turismo de forma clara y a otro tipo de industrias” que tienen dificultades en su internacionalización y capacidad de producción.