La pizza napolitana, reconocida mundialmente por su sencillez y sabor inconfundible, tiene sus raíces en la vibrante ciudad de Nápoles, en el sur de Italia. Su historia se remonta siglos atrás, a una época en la que era un alimento humilde, consumido principalmente por las clases trabajadoras. Originalmente, se trataba de una masa de pan plana horneada con diversos ingredientes, a menudo sencillos y de temporada, como ajo, aceite, queso y hierbas.
Con la llegada del tomate a Europa desde América, este ingrediente se incorporó gradualmente a la pizza napolitana, marcando un punto de inflexión en su evolución. Sin embargo, la forma en que la conocemos hoy en día comenzó a definirse en el siglo XIX. Se cuenta que en 1889, durante una visita de la Reina Margarita de Saboya a Nápoles, el famoso pizzero Raffaele Esposito creó tres pizzas en su honor. La que más gustó a la reina fue una con tomate, mozzarella y albahaca, cuyos colores representaban la bandera italiana. En su honor, esta pizza fue bautizada como Margherita, convirtiéndose en un emblema de la tradición napolitana.
La autenticidad de la pizza napolitana reside en la calidad y la sencillez de sus ingredientes, así como en su método de preparación. La masa se elabora con harina de trigo tipo «00», levadura, agua y sal, amasada a mano o con una amasadora de baja velocidad. Tras una fermentación adecuada, se extiende cuidadosamente para formar una base fina en el centro y con bordes más gruesos y alveolados, conocidos como «cornicione». La cocción se realiza en un horno de leña a temperaturas muy altas (alrededor de 485°C) durante no más de 60-90 segundos, lo que le confiere su textura característica: una base tierna y flexible con bordes ligeramente crujientes y ahumados.
La Associazione Verace Pizza Napoletana (AVPN), fundada en 1984, se encarga de preservar y promover la auténtica pizza napolitana, estableciendo estrictas reglas para su elaboración y certificando las pizzerías que cumplen con sus estándares. Esta dedicación a la tradición ha asegurado que la pizza napolitana mantenga su identidad a lo largo del tiempo.
En la actualidad, la pasión por la auténtica pizza napolitana ha trascendido las fronteras de Italia, llegando a rincones de todo el mundo. Un ejemplo de esta expansión es la cadena de restaurantes Grosso Napoletano. Fundada con el objetivo de compartir el secreto de la «Verace Pizza Napoletana», Grosso Napoletano se ha expandido por varias ciudades, manteniendo un compromiso con la tradición y la calidad de los ingredientes importados directamente de Italia.
Grosso Napoletano se distingue por su fiel adherencia a las técnicas napolitanas: masa de doble fermentación durante 48 horas, horneado en horno de leña construido artesanalmente en Nápoles y el uso de ingredientes DOP como el tomate San Marzano y la mozzarella de búfala campana. Sus restaurantes ofrecen una experiencia que transporta al comensal directamente a las pizzerías de Nápoles, con un ambiente animado y una carta que celebra la variedad de sabores de la pizza tradicional. Al llevar la auténtica pizza napolitana a un público más amplio, Grosso Napoletano contribuye a difundir y mantener vivo este patrimonio culinario.
Actualmente, esta cadena de restaurantes pizzerías abren un nuevo local en la ciudad de Vitoria, en el País Vasco; afianzandose así también en el norte de España.
