En España estamos a vueltas con la posible derogación de la reforma laboral del Gobierno, pero por lo que se puede comprobar no son problemas exclusivamente domésticos, ya que nuestra vecina Francia está en las mismas.
El último motivo de polémica en el país galo viene provocado por el llamado “ derecho de desconexión” . Este nuevo derecho nace de origen de una encuesta celebrada entre la población francesa, en la que se aseguraba que el 37% de los ciudadanos de ese país utilizaba herramientas de trabajo fuera de horario laboral, es decir, que dedicaba tiempo al trabajo en lo que debían ser sus horarios de asueto.
Las nuevas tecnologías han sido muy positivas para muchas cosas, pero tal vez hayan mezclado el tiempo de trabajo y de descanso hasta borrar su frontera. La nueva norma que se enmarca en la Ley Laboral francesa, y que está en vigor desde el 1 de enero, no obliga a apagar los teléfonos móviles del trabajo a los empleados pero si propicia que las empresas se pongan manos a la obra para reforzar el límite de cuando empieza el trabajo y cuando termina, para no perturbar con llamadas inoportunas la vida privada de los trabajadores.
Desde ahora las empresas deberán cuidarse aún más de enviar mails los fines de semana y mensajes de texto a deshoras, ya que podrán ser utilizados con mucha mayor efectividad judicial como prueba de “acoso” o violación de la nueva norma ante los tribunales por parte del trabajador.
La medida está siendo muy polémica, pero en cambio empresas como Orange se adelantaron a ella obligando a sus empleados a no usar su material de trabajo a partir de determinadas horas.
