Construida a lo largo de siete colinas, con el río Tajo fluyendo a través de su corazón, y situada en una franja costera espectacular, no es de extrañar que Lisboa sea una ciudad muy interesante para visitar.
Sus castillos, palacios e históricas mansiones conviven con museos modernos y galerías de arte contemporáneo.
Además, la mezcla de estilos arquitectónicos no pierde el contacto con su historia y cautiva tanto a fotógrafos como a viajeros. Hay abundancia de vistosos edificios barrocos, neoclásicos, medievales y góticos.
El castillo de Sao Jorge domina la ciudad desde la cima de una colina, y el puente colgante 25 de Abril (la versión portuguesa del puente Golden Gate) se extiende sobre el río. En Lisboa, un simple paseo por la ciudad se convierte en un viaje a través de la historia de Lisboa.
Visitando Lisboa
En nuestra visita podremos conocer los barrios de Chiado, Alfama (el más antiguo de Lisboa, de origen árabe, ha sobrevivido a los dos terremotos que han sacudido la ciudad y se encuentra aposentado sobre una de las colinas), los barrios Baixa (construida sobre las ruinas de la antigua ciudad, destruida en el terremoto de 1755 y reconstruida con el Marqués de Pombal) y el famosísimo barrio de Belém donde podremos degustar uno de sus famosos pasteles de nata (pasteis de Belem), visitar el Monasterio de los Jerónimos, el monumento a los descubrimientos o la torre de Belem.
Conocer en uno de sus numerosas Tascas el Fado, un símbolo cultural de tradición, degustando el típico bacalao y su licor de guinda.
Y si aún nos queda algún día, podemos desplazarnos a Sintra, donde podremos visitar el Palacio Da Pena, el Palacio Nacional de Sintra y recorrer los jardines de la Quinta Regaleira, con sus subterráneos, cuevas y el famoso pozo iniciático.
Un lugar mágico que sin duda es uno de los lugares turísticos más visitados.