En plena crisis pandémica de Coronavirus, y con la hostelería absolutamente aplastada económicamente sin recursos ni ayudas importantes, el Gobierno ha decidido rescatar una compañía aérea de capital 53% español y 47% venezolano: Plus Ultra. Esta decisión de difícil comprensión dado que la compañía en cuestión solo operaba un vuelo de Madrid a Venezuela en España, se supone enmarcada en las ayudas que el Gobierno español decidió otorgar a las empresas españolas de mayor importancia, como protección al tejido empresarial de primer orden español.
La situación se complica aún más cuando se ha sabido que la parte venezolana de propiedad de esta aerolínea pertenece a individuos muy próximos al régimen chavista de Maduro; incluso algunos de ellos fueron reclamados por la Asamblea Nacional venezolana, cuando estaba en manos de la oposición, acusados de corruptelas.
Esta decisión fue aprobada en Consejo de Ministros, e informó de la misma la ministra Portavoz, María Jesús Montero, quien ha tratado de justificar el carácter estratégico de esta compañía por la importancia del transporte aéreo para el turismo y para la economía en su conjunto. Lo extraño es que sus vuelos solo representan el 0,01 % de los vuelos operados en España.
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