Un año más, los españoles acabarán comiendo las 12 uvas típicas para despedir el año, pero si despedimos el año en otro país, el escenario cambia y con ello también las tradiciones. Madrid, New York, Londres, Australia y Japón son 5 alternativas para pasar el fin de año y entrar con buen pie.
Cinco ciudades de encanto por el mundo
Madrid, el reloj de la Puerta del Sol es el mecanismo más famoso de España, el que marca para la gran mayoría de los españoles el inicio de un año nuevo, la fiesta que se monta en la Puerta del Sol es una de las más animadas de Europa y tanto madrileños como visitantes se congregan para brindar y celebrar por todo lo alto antes y después de que suene el peculiar carrillón, la bola que baja en lo alto del reloj unos segundos antes de las doce.
New York, desde 1907 la gran “bola” de la neoyorkina plaza de Times Square desciende marcando el inicio de un nuevo año para quienes siguen con fervor la mayor celebración de Estados Unidos. En el fiestón se pueden ver actuaciones musicales de celebrities de primer nivel, antes de que una lluvia de casi una tonelada de confeti caiga sobre las cabezas de casi el millón de personas que se congregan en la plaza.
Londres y Sídney
Londres, desde el South Bank, junto al conocido London Eye, se puede contemplar junto a más de 500.000 personas el increíble espectáculo de fuegos artificiales sobre el Támesis y el Big Ben. Cuando el nuevo año haya comenzado, no puedes perderte la New Year’s Day Parade, un gran desfile de Año Nuevo en el que los mejores músicos, bailarines y acróbatas recorren las calles de la ciudad.
Sídney (Australia), el espectáculo de fuegos artificiales es uno de los más impresionantes del planeta y la imagen de la celebración del Año Nuevo con una iluminada Opera House y una preciosa bahía como telón de fondo ha dado la vuelta al mundo en muchísimas ocasiones. Los fuegos duran quince minutos adornando el cielo de Sídney con todo tipo de figuras de fuego, siendo una de las primeras ciudades que despiden el año.
Tokio (Japón), la celebración del Año Nuevo en Japón está llena de simbolismo y rituales que se deben cumplir incluso tres días después del shōgatsu, comer unos toshikoshi-soba (tradicionales fideos que simbolizan la esperanza de una vida larga), visitar el Meiji Jingu (uno de los templos más importantes para tocar la campana, hacer las plegarias a los dioses), beber amazaki (un sake dulce). Ir al famosísimo cruce de Shibuya, donde se dan cita los tokiotas para hacer la cuenta atrás y continuar con la fiesta en alguno de los karaokes de una de las ciudades más apasionantes del mundo.
