La economía mundial podría estar en los albores de una nueva recesión, según marcan algunos indicadores. En este caso, se intuye un retroceso en el crecimiento en dos de las economías más importantes del mundo: Japón y Alemania.
El tercer trimestre no ha sido bueno para estas dos potencias, y eso se le suma la tormenta del Brexit, la guerra comercial… demasiadas malas noticias. En cambio, la EEUU del controvertido Trump marcha a toda velocidad, con un crecimiento del PIB que supera el 3% y un mercado laboral que goza de una salud de hierro.
Gracias a estos buenos datos, los especialistas más pesimistas consideran que la entrada de la recesión mundial se retrasará más allá de 2020. Tras el pico de crecimiento vivido en 2017, comienza a verse desaceleración en los PIB de algunos países desarrollados. Pese a ello, no son pocos los analistas que ven improbable una catástrofe a corto plazo, debido a que se contempla una aceleración del crecimiento de la inversión en la zona euro.
Habrá que estar pendiente de los tipos de interés estadounidenses, que tendrán un papel importante en este escenario futuro, debido a la grandísima influencia que tiene la economía de EEUU a nivel mundial.
