Durante los meses más duros de la pandemia, y en concreto con el confinamiento, el sector del buzoneo en España se vio obligado a parar su actividad siguiendo las directrices del Gobierno de la nación. Muchos profesionales lo consideraron una decisión injusticia, ya que por esencia, el buzoneo no requería de entrar en contacto cara a cara con los destinatarios de la publicidad, porque los folletos se depositan en los buzones directamente de las viviendas. Además, es un trabajo que básicamente se realiza al aire libre, caminando, semejante al que pudiera realizar Correos en las mismas fechas.
Como no se considera una actividad esencial, el sector de reparto de publicidad tuvo que parar por completo su funcionamiento, mientras veía con estupor como otros sectores, por ejemplo la mensajería, en los que si era obligatorio llegar al contacto físico con los destinatarios para hacer entrega de los pedidos, seguían realizando su labor.
Muchos clientes asiduos al uso del buzoneo para promocionar sus campañas, estaban abiertos en el confinamiento, como restaurantes, empresas de comida a domicilio, clínicas dentales etc y si requerían de los servicios profesionales de reparto de publicidad.
La buena noticia para el sector llegó con el fin del confinamiento. Pese a que muchas empresas tuvieron que cerrar definitivamente, las que pudieron aguantar las dificultades, recuperaron muy bien la actividad, y han visto como el trabajo no ha parado de crecer en los últimos meses. Esta situación aporta razones objetivas para que el sector encare con una visión optimista su futuro.
De hecho la actual situación de guerra en Ucrania no ha podido apagar este empuje. Cierto es que los costes de ejecución de los trabajos se han incrementado por la subida de los carburantes. En este sector, donde el personal vive desplazándose diariamente hasta las zonas de reparto con mercancías, estos aumentos de precios se notan de forma importante.
El buzoneo es un medio económico con un bagaje histórico que ha superado todas las dificultades en nuestro país desde hace décadas.
