La afiliación a la Seguridad Social ha experimentado un ascenso en el mes de mayo, en lo que supone la primera buena noticia desde la llegada del Covid-19 a España y el posterior confinamiento.
Comparativamente, la afiliación en el último día de mes con respecto a la del mes anterior abril, subió en 187.814 personas, mientras que la afiliación media en nuestro país creció en un total de 97.462 personas. A la contra, encontramos un ascenso en el número de parados españoles, que asciende en 26.573 personas, alcanzando los 3.857.776 desempleados. El dato es horrible si se analiza comparándolo con los últimas décadas, donde hay que remontarse hasta 60 años atrás para observar cifras similares. Un retroceso fortísimo de la calidad de vida de los españoles, y un golpe devastador para las dañadas arcas de la Seguridad Social.
Muchos se preguntan ya cómo un sistema que funciona y se mantiene con las aportaciones de los que trabajan para sostener las ayudas de los que no tienen trabajo o se encuentran jubilados, podrá mantener esta situación.
Según ha publicado el Ministerio de Trabajo, las personas incluidas en un ERTE cae de los 3 millones.