España ha vuelto a pinchar en PISA, la evaluación educativa más prestigiosa del mundo. Los resultados de hace tres años, cuando los adolescentes españoles lograron por primera vez alcanzar en comprensión lectora, matemáticas y ciencias la nota media de los 36 estados que componen la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y hacerse un hueco entre los sistemas educativos más avanzados, fueron solo un espejismo.
Los 36.000 estudiantes españoles de 15 años de todas las autonomías que entre abril y mayo del año pasado realizaron el test de conocimientos elaborado por la OCDE han devuelto al sistema español a la posición de mediocridad que arrastra, con mínimas variaciones, desde que comenzaron a realizarse estas pruebas trienales en 2000.
Los resultados de PISA 2018, que se han dado a conocer hoy, señalan que el conjunto de los alumnos españoles, la mayoría de cuarto de la ESO, tiene en todas las materias testadas un nivel de conocimientos inferior a la media de la OCDE.
La brecha entre España y la media de los sistemas educativos más avanzados, que el año pasado quedó reducida a un solo punto (tras sumar la nota de todas pruebas), este año vuelve a ampliarse 14, pese a que el ni En matemáticas y ciencias, España está a la altura de países como Lituania, Hungría, Estados Unidos, Luxemburgo o Rusia.
Tendencia educativa
“La tendencia internacional muestra que los sistemas educativos de los países avanzados bajan; hay un patrón claro que se ve con los datos, no es un fenómeno exclusivo de España”, señala Lucas Gortázar, impulsor de REDE, una red de expertos para elaborar propuestas consensuadas y elevarlas a los gobernantes.
Entre las autonomías, las que tradicionalmente obtenían mejores resultados (Castilla y León, Navarra y Madrid) también han empeorado. “Hay muchas hipótesis de por qué; puede ser porque el alumnado es cada vez más variado en términos de nacionalidad o de situación socioeconómica, lo que está claro es que hay que analizar por qué los sistemas educativos pierden fuerza”, de calificaciones del resto de países también sufrió un retroceso, pero menor.