La Plataforma per la Llengua nació en 1993 a partir del Colectivo L’Esbarzer, un grupo de jóvenes vinculados al tejido asociativo de la Vila de Gracia de Barcelona que querían mejorar la situación del catalán. Sus integrantes provenían principalmente del mundo coral, del excursionismo y de la cultura popular y tradicional.
En los primeros años noventa, la disolución de la Crida a la Solidaritat había dejado huérfano un espacio de reivindicación que había que mantener. Así la Plataforma per la Llengua recogía la experiencia del activismo cívico de la Crida y modernizaría el discurso a favor del catalán a partir de sus principales valores: la eficiencia, la eficacia, el pragmatismo y la obtención de resultados tangibles.
De la primera etapa de reuniones en los históricos Lluïsos de Gràcia, la organización fue creciendo y se estructuró con comisiones de trabajo y núcleos territoriales, estableciendo sinergias con otras asociaciones del área lingüística. Diversos artistas, además, han ido ofreciendo sus creaciones pictóricas en favor de la organización.
Objetivos
-Conseguir que el catalán sea la lengua común, de cohesión social y de interrelación entre todas las personas de nuestro ámbito lingüístico.
–Garantizar y promover el uso de la lengua catalana en todos los ámbitos y registros para que esté presente como lengua de pleno derecho.
–Defender los derechos lingüísticos y culturales de las personas que hablan catalán y de las que viven en los territorios de habla catalana.
–Impulsar campañas de normalización lingüística de la lengua catalana y colaborar en ellas.
–Interesarse por los problemas que afectan a la sociedad catalana, siempre y cuando contribuyan a la mejora del uso de la lengua catalana.
La Plataforma per la Llengua trabaja de forma global para conseguir la normalización definitiva del catalán. Lo lleva a cabo mediante campañas y acciones que se estructuran en los siguientes ámbitos de trabajo:
Arraigo y cohesión social
El objetivo principal de este ámbito es hacer de la lengua catalana el eje vertebrador y el punto de encuentro de la diversidad social, étnica y cultural de nuestra sociedad, que permita contribuir al arraigo y a la cohesión social.