Según van pasando los días y nos acercamos al verano, las preguntas sobre cómo afectará la presencia del Covid-19 a nuestra vida normal van en aumento. Tras anunciarse hace unos días por parte de expertos, que la posibilidad de propagación del virus en las playas es mínima, ya que la sal del mar mata al virus, y el calor del sol en la arena también lo debilita, es hora de pensar en las piscinas.
En un principio se cree que el cloro y demás desinfectantes aplicadas en las cantidades adecuadas, debería ser suficiente para matar al virus en nuestras piscinas. En cambio, los administradores de fincas han advertido esta semana que la mayoría de las piscinas de las comunidades de vecinos no podrán abrir sus puertas este verano.
La prohibición viene derivada de la nueva normativa al respecto que ha aprobado el Gobierno, en la que se exige en la orden ministerial que se mantenga una persona a cargo de la higiene y control de acceso al recinto, aspecto que choca con la legalidad vigente, en la que el socorrista de la piscina solo es responsable de lo que ocurra dentro de la misma.