La danza, un arte milenario que conmueve y apasiona, requiere de una dedicación y formación intensas. Quienes deciden dedicarse profesionalmente a esta disciplina, emprenden un camino exigente y gratificante a la vez. Una carrera en danza, que suele abarcar al menos cinco años de formación especializada, abre las puertas a un universo lleno de expresiones artísticas y oportunidades laborales.
Los Primeros Pasos: Formación Básica
Los primeros años de formación se centran en adquirir una base sólida en las técnicas fundamentales de la danza. Ballet clásico, danza contemporánea, jazz, y otras disciplinas complementarias como la historia de la danza y la anatomía, son pilares esenciales en cualquier programa de estudios. A través de clases regulares y ensayos intensivos, los estudiantes desarrollan fuerza, flexibilidad, coordinación y una profunda conexión con su cuerpo.
Especialización y Perfeccionamiento
A medida que avanzan en sus estudios, los bailarines tienen la oportunidad de profundizar en áreas específicas que los apasionan. Algunos optan por especializarse en ballet clásico, otros en danza contemporánea o en estilos más urbanos como el hip hop o el breakdance. Esta especialización les permite desarrollar un estilo propio y destacar en un campo cada vez más competitivo.
La Importancia de la Interpretación
La danza no es solo técnica, sino también expresión. Un buen bailarín es capaz de transmitir emociones y contar historias a través de su cuerpo. Por ello, la interpretación y la creación coreográfica son aspectos fundamentales en la formación. Los estudiantes aprenden a construir personajes, a trabajar en grupo y a improvisar, habilidades esenciales para desenvolverse en el mundo profesional.
Desafíos y Recompensas
La carrera de bailarín está llena de desafíos. Las exigencias físicas son altas, y las lesiones son frecuentes. Además, la competencia por los puestos de trabajo es feroz. Sin embargo, quienes perseveran encuentran grandes recompensas. La danza ofrece la oportunidad de viajar por el mundo, conocer a personas de diferentes culturas y colaborar con artistas de diversas disciplinas.
Salidas Profesionales
Las salidas profesionales para los bailarines son variadas y en constante evolución. Además de formar parte de compañías de danza, los bailarines pueden trabajar como profesores, coreógrafos, bailarines de musicales, artistas de video danza o incluso en el mundo del cine y la televisión.
Take Off Dance : Johan Inger youth Project
Johan Inger Nace en Estocolmo, Suecia (1967). Completa su formación de danza en la Royal Swedish Ballet School y la National Ballet School (Canadá). Desde 1985 hasta 1990 baila en el Royal Swedish Ballet. En 1990 ingresa en el Netherlands Dance Theatre (NDT) y pronto se convierte en uno de los bailarines con más carácter y carisma de la Compañía.
Desde su debut, Inger ha creado varios trabajos para el NDT así como numerosas compañías de danza. Por sus ballets Dream Play y Walking Mad, recibe el Lucas Hoving Production Award en octubre de 2001. Walking Mad (bailada posteriormente por el Cullberg Ballet) fue galardonada con el Danza & Danza Award 2005. Inger fue nominado en distintos Premios holandeses como el Golden Theatre Dance Prize 2000, el VSCD Dance Panel y el Merit Award 2002 del Stichting Dansersfounds’79.
En 2013 Inger recibe el prestigioso premio Carina Ari en Estocolmo por la difusión internacional del arte y la danza suecas. Inger abandona el NDT en 2003 para hacerse cargo, como director artístico, del Cullberg Ballet, compañía que dirige hasta 2008.
Su trabajo es encargado por numerosas compañías de danza de todo el mundo. Fue galardonado con el prestigioso premio “Benois de la Danse” al mejor espectáculo de 2016. Desde 2009 vive en Sevilla.
Johan Inger dirige actualmente un programa de entrenamiento profesional intensivo para bailarines entre 18 y 24 años que proporcionará a los estudiantes una educación en danza de alto nivel de la mano de profesionales de procedencia nacional e internacional, impartiendo una formación intensiva y personalizada, que ayude a cada intérprete a desarrollar y afianzar su potencial, su talento y su identidad artística, aportándoles la actitud necesaria y herramientas para desenvolverse en el mundo profesional.
( www.takeoffdance.org )
En resumen, la danza es una disciplina que exige dedicación, talento y pasión. Aquellos que deciden dedicarse a ella, emprenden un viaje lleno de retos y satisfacciones, con la posibilidad de construir una carrera artística exitosa y enriquecedora.